Aug 24, 2005

Recreo

Hoy le di la espalda a mi vida y tomo el riesgo de estar feliz sin su consentimiento. Este castillo de arena que se desmoronaba poco a poco esta siendo invulnerable al agua. Estoy feliz, porque me siento bien, y porque una cosa lleva a la otra, y porque la vida es muy corta y porque hay muchos otros clichés que mencionar. Mis bolsillos son escasos, y mi mente es un desastre. Tengo margaritas al otro lado de la costa, y no cuento con nadie a mi lado. Podría muy bien estar de luto, pero parece que soy frio y desconsiderado conmigo mismo, no me importan mis desgracias. No estoy pidiendo condolencias, ni felicitaciones. No vengo para alardear de lo que algunos puedan carecer ni mucho menos a reclamar por algo que debería ser mio. Sé como son las cosas, sé que cada uno tiene lo que se merece -o lo que se hace merecer-, y también sé que contra el destino (créase en él o no) la batalla esta perdida. Solo dejo un mensaje de esperanza ligado con la indiferencia hacia las cosas más importantes de la vida, los pequeños detalles que importan y la basura que te rodea. Eso es todo.

2 Comments:

Zauberlehrling said...

Hoy, en un libro, El Rincón era como llamaban al patíbulo donde ahorcaban criminales en Kansas... Sólo quería contarte.

Anonymous said...

Me gusta esto aquí, muchacho.

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