Sep 13, 2005
Sin nombre
El muchacho de barba que se sienta en su carro, se ajusta el cinturón con disimulo al pasar a 10 millas por debajo de la velocidad máxima, la cual se hace imperativa al visualizar el pedante carro de policía, blanco, con luces rojas y azules en el techo. En su refugio verde marino, con la música a todo volúmen, la camisa manchada y sin destino definido. Contando los centavos en su bolsillo se crea su presupuesto, y tuerce la boca al sentirse incomforme. Rompiendo cadenas, poco a poco, intensionalmente. Pronto, en ningún tiempo, estará solo, sin letras en su nombre.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
1 Comments:
Lindo post... Perfecto de hecho
Post a Comment