Dec 29, 2006
Suspiro
Empapado entre notas folclóricas, verdes, frondosas; acordes que me visten en taparrabos y a la misma vez me acomodan mi sombrero de copas para la mas elegante de las noches de gala. Notas que tienen el místico poder de acariciar mis sucias Converse y romperme los jeans viejos. Esa música que me acaricia el corazón y como libro abierto me cuenta la historia de lo que fue mejor pero pasado, fue. Música aguda y filosa que atravieza corazones y penetra sentimientos escondidos, refugiados, acorralados en lo más profundo del olvido. Recuerdos que se materializan en suspiros, dejando escapar voluntades, y pies descalzos en la tierra. Conjuntos musicales con nombres de lugares inolvidables que nunca conocimos, yo y mi memoria. Pero aún asi, esos lugares están fielmente dibujados en mi canvas mental. Aquel lugar que es tanto mio como lo es de nadie, tan indio como los conquistadores de Granada. Esos lugares que se encuentran en una eterna danza con su contradicción son los que sutilmente evocan emociones que se convierten en sentimientos que poco a poco alertan al corazón, quien no es nadie sin el cerebro y este comanda a sus muchos aliados los nervios que es hora de materializarse en forma de una lágrima. Una lágrima solitaria y fuerte que corre por mi mejilla, acariciando la piel, curándola de sus infinitas tensiones y dejando el rastro de un rocío que a su vez refleja miles de rayos de luz. La lágrima trata de besarme, de convertirse en los deseos de medianoche que tanto anhelo. Yo, en mi infinito suspiro cierro los ojos y saboreo esta lágrima que tan atrevidamente me ha robado un beso. Y en un ultimo arrebato de la fuerza que una vez me caracterizaba extiendo mis brazos a mis lados y me dejo caer hacia atrás. Con los ojos cerrados, los labios perdidos entre la coqueta lágrima, la piel relajada y casi perezosa, la luz completamente protagonizándome, y guiado fiel y ciegamente por un suspiro.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
0 Comments:
Post a Comment