Tomame

El tren ha retomado su locomoción. Vuelvo a ver al cielo, abrir los ojos y con la frente en alto esperar que el viento me acaricie el cuerpo. Me pongo a la venta. Me rento. Me ofrezco a los brazos del destino, que utilicen mi ser como otro objeto de su curso. Que me agarre de las manos y me ponga a volar. Y mientras vuelo, observaré la gente pasar. Observaré la llanura del terreno y sus interminables relieves. Observaré también la obra del hombre quien no se detiene ante nada. Viajaré y gritaré "¡Tómame! ¡Úsame!" Te lo susurraré al oido. Te lo escribiré en un papelito arrugado y te lo colocaré en el bolsillo trasero de tu jeans roto. Lo escribiré en las paredes de tu cuarto. Te lo tatuaré en la frente. Lo soldaré en lo más profundo de tu ser.