Jul 1, 2007

A chuchi

Hay personas que se levantan todas las mañanas y preparan el café, recogen el periódico y se sientán pacientemente a leer las noticias, levantar las cejas y desayunar. Hay personas de traje y corbata que manejan su carro del año y pitan en las luces rojas. Hay personas de todo tipo. Pero prefiero hablar de ti. Una persona a la que no conozco, sin embargo la siento como una hermana. Este va para ti. Una persona que no comparte conversaciones conmigo a menudo, y cuando lo hace, raramente excusa nuestros poderosos lazos. Es extraño, inexplicable. Es hermoso. Conservo tu retrato en mi repisa, con las sabias palabras de aquel trovador cubano tatuadas en su espalda. Y formas parte de mi, te llevo en los bolsillos y a cada rato te acaricio con mis uñas carcomidas. Converso contigo en los sueños, en las fantasias. Me comunico a travez de las estrellas: les susurro el mensaje y éstas llegan a tocarte la puerta de tu casa, con las manos cruzadas tras la espalda y una sonrisa de lado a lado. Eres el recuerdo, el hermoso recuerdo que te hace emblema nacional. Eres un amor platónico y bizarro que te sobreprotege y desaprueba todas tus relaciones desafiantemente. Recuerdo que nuestro comienzo fue paulatino. Recuerdo que no recuerdo como paso. De alguna manera terminamos los dos acostados sobre el pavimento de tu portal: clásica escena característica de mi adolescencia. Horas de filosofía novata que escondían las agujas del reloj y se guiaban por el brillo de la luna para reconocer el toque de queda. Porque estabas ahi, a pesar de lo que deparara el futuro. Eran tres casas de diferencia, sin embargo sentía que me tocabas la pared cuando me necesitabas y ahi yo corría a atenderte. Y te dejaba con una sonrisa en la cara. Te dejaba con un "bueno, bueno" que solo tu entenderías y la certeza de poder volver al dia siguiente. Te dejaba también, con una carta en mano, a pesar de la distancia y yo conservaba tu carta en mi bolsillo. Y yo te corregía la caligrafía y arrugaba los ojos para entender tu letra. Y asi una y otra vez, incontables las noches. Incomparables las noches. Eras tu quien curaba mis desamores con una palmada imaginaria en la espalda. Fuiste tu quien me advirtió que no me lanzara a las garras del monstruo pero me dejaste libre para comprobarlo por mi mismo. Fuimos mentores reciprocos. Ahora somos la triste realidad de la distancia. Distancia maldita que me sirve de segundo nombre. Distancia que te reemplaza por un retrato inerte que sólo le sirve a mi imaginación. Con ésta vuelo y nos imagino juntos, a pesar de las ataduras, a pesar de los "peros". Compartiendo. Conociéndonos. Recordándonos y alimentándo de paso, nuevos recuerdos a la memoria. Imaginándome que no vives en mi cerebro. Que no divagas por mi memoria para nunca volver y darme un abrazo tan fuerte como la última vez que nos vimos. Un abrazo tan humano, tan necesario. Aún asi, extiendo mi mano. La extiendo lo más que puedo, cierro los ojos y espero el roce de tus dedos. Espero paciente. Espero esperanzado. Porque necesito que nos demos la mano. Revivamos lo imposible, lo hermoso. Extiende tu mano junto a mi y tocame la punta de los dedos. Solo eso es necesario. Solo eso urge.

3 Comments:

Lux said...

Bello.....por un momento desee ser Chuchi, a pesar de lo cursi del apodo.

Anonymous said...

Tengo mi mano extendida... pero es mucha la distacia... y a pesar de que veo la tuya esperando... no alcanzo a tocarla o por lo menos rozarla...

Algún día... ya no serán los recuerdos de una despedida...sino de un reencuentro... Aunque siempre será un ciclo para nosotros... despedidas... distancia y reencuentros, pero mientras siempre esten los reencuentros y la memoria, nos quedara algo!

te amo

Yvette said...

Hay Gabo, créeme que si a mi me escriben esto, yo no estiraría la mano para tocar la punta de tus dedos..... Si yo fuera ella saldría corriendo a buscarte, ahora mismo (algún día suena muy lejos) y los amores cobardes como bien sabemos no llegan a nada, ninguna distancia seria demasiado grande.
Cerraría los ciclos y me quedaría junto a ti, para me toques una canción de amor todas las noches.