Desactualizando mentes

Llevo dias sin dormir, que no como ni me baño. Llevo horas de bostezos testarudos que no piden almohadas. Y no es por desamor. Esa palabra tiene "amor" entre sus letras. No tengo tiempo para esa palabra. Llevo dias sin romper el molde. Y en mis dias no estás tú. No está nadie. No. Mentira. Está el horizonte. La inmensidad. La agorafobia. Esta todo que es lo mismo que la nada y ay! de quien se atreva a llevarme la contraria. Llevo, muy cercano a mi, el recuerdo. Llevo el deseo. Las ganas. Llevo el paraíso en un bolsillo. Llevo las manos empuñadas. Llevo la adrenalina en una botellita de agua. Llevo la vida en un papel estrujado. Y vivimos en piloto automático, cumpliendo los requerimientos básicos del planeta, de la razón colectiva. Vivimos arrastrándonos en el suelo de la mediocridad, y nadie se escapa. La grandeza es un dios griego. Una leyenda urbana que nos contaban de niños.  Conservamos y conservaremos este inconciente colectivo en el que divagamos, creyendo que si cuando no. Y ya. Esa es la verdad.