Sep 4, 2007

El masoquista y yo

El masoquista y yo vivimos mundos diferentes. Caminamos en direcciones opuestas.

El masoquista toma café todas las mañanas para despertarse del insomnio. Yo, en cambio, apreto los dientes al sentir la llema de mis dedos combatir la presión de la lata de Coca-Cola.

El masoquista camina de espaldas, esperando tropezarse con alguien, sentir el roce. Yo camino con los ojos cerrados, con ambas manos en frente, rastreando el camino.

El masoquista se hace rasguños en la espalda con sus propias uñas carcomidas. Yo me rasco la picazón de los mosquitos que no me dejan en paz.

El masoquista disfruta de la derrota. A mi se me es inevitable y ya hasta casi bienvenida.

El masoquista no llora, goza. Yo es que tengo un corazón muy frio.

El masoquista se golpea la cara a diario, a ver que pasa. Yo me quedé sin excusas.

El masoquista disfruta del dolor. Yo sólo le sonrío y le doy la mano.

2 Comments:

Yvette said...

Sera posible que puedas escribir estas cosas "con un corazón muy frío"?
Ser realmente frío, sentirse frío o querer aparentarlo, son cosas muy diferentes.
Ningun estado es absoluto, ni eterno.
Todos tenemos momentos de inestabilidad "térmica".
Yo me voy por lo tibio. Se siente mejor.
Aunque a mi musa, por ejemplo, también le gusta la frialdad.

Anonymous said...

Well said.