El amor se convierte en mi aliado, en el motivo de mis batallas y en el primero en apuñalarme la espalda. En este momento los puñales son insignificantes, mis espalda llena de cortadas y la sangre que corre por mi espina dorsal son sólo fantasmas en mi mente.
Hace dos días abrí mi corazón, como el más inocente romántico que no sale de su caparazón. Hace dos días le grité "te amo" y recibí una sonrisa de intercambio, una sonrisa que fue suficiente que me dolió de la manera mas placentera. Esa sonrisa me transoportó a lugares de ensueño. Lugares que me perseguían que se volvieron parte de mi antes de tan siquiera yo aceptarlo. Esa sonrisa, y mi esfuerzo que llevo a ella me hicieron el hombre que habia querido ser, el hombre uno con el mundo, con mis sentimientos que se engañaban entre si, con los de ella que permanecen incógnitos y aún asi me tocan lo más profundo, lo retuercen y lo acarician con una sutileza maestral.
El amor es mi amigo, mi protegido y mi mentor. El amor, que me enseña una pierna y con su pantimedia translúcida me derrite las entedederas y me deja un rastro apenas perceptible para poder seguirle los pasos.
1 Comments:
Muy apasionado... hasta erótico! Espero que no vuelva a correr por tu espalda la sangre que ya hoy es fantasma!
Besos
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