
Se acabó.
Los soldados pelearon valientemente y la guerra se ha acabado. Nos hemos quedado con miles, no... millones de cadáveres en el suelo, un rio de sangre y cuervos hambrientos en el escenario. Cuervos despiadados que no discriminan su presa. Eran solo segundos atrás cuando la batalla aún continuaba, se escuchaban los chillidos de las espadas al acariciarse en su rutina. La pólvora rodeaba el lugar como parte de la atmósfera. No habian sonrisas. Abundaban los ceños fruñidos y el sudor era malévolo. Conspiraba con la furia y recorría los cuerpos como serpientes. En la guerra se arrancaron corazones y se descuartizaron entre si. La balas recorrieron el campo lleno de cadáveres y buscaron sus siguientes víctimas.
Hasta la fecha buscan a quien asesinar. Están tomando aplicaciones en sus oficinas y llamando número al azar en las páginas amarilllas.
La guerra continua...
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