Jul 28, 2007

Contemplaciones de arena

Empapado de arena camino al oeste del horizonte. Mis pies acarician los caracoles que como fieles espectadores, disfrutan de los transeúntes semidesnudos que entre su vida se descargan ante el sonido de las olas. El hombre se desviste de problemas al enfrentarse contra el poderoso mar. Yo lo agarro de la mano y caminamos al unísono. Mis pasos se sincronizan con la marea. Marea coqueta que me da un poco de ella para quitarmelo al instante. Que moja por segundos mis pies y juega con mi balance para luego devolverme la verdad de mis pasos. El sol no desiste en alumbrarme el camino e introducirme a mi sombra. Yo, que decido detenerme, darle la cara al horizonte contemplo la idea de escribir su nombre en la arena. Lo que pasa es que no supe cual nombre escribir. No supe como expresar su existencia. Con un caracol en las manos contemplaba la idea de un nombre ficticio. Algun invento extraño que solo nosotros entenderíamos. Pero en un final el sol se puso. Me distrajo y me quedé divagando entre las pequeñeces de la gigante madre Tierra. Con la puesta del sol vino la lluvia. Inesperada y repentina. Levantó la arena y hechó a correr a todos los trajes de baños que a su paso arrastraron los cuerpos que ocupaban. Los pensamientos, las contemplaciones y las preguntas fueron apuradas por el clima que se dió a notar al descaro. Cabizbajos corrimos a la sombra, bajo techo, escondidos de la naturaleza. Regresando a nuestras vidas.

1 Comments:

Yvette said...

ese mar que es infinito
que no tiene dueño

ese mar que todo lo cura

y que todo lo puede....