Por ahora consuelo a mi estómago con la única realidad que puedo ofrecerle. Con el mundo siguiendo su órbita, la vida siguiendo su curso y nosotros rechazando la gravedad. Nosotros de observadores, nunca partícipes. Con las manos abrazando el estómago vacío, con mucho cuidado de no dejar descubierto el corazón vacío. La posición fetal contemplando el frio de la cerámica que llega a mis entrañas. El frio, mi fiel compañero. Y el hambre mi oscura realidad.
Jun 6, 2007
Hambre
Ayer el hambre atacó mi cuerpo como nunca me pude haber imaginado. Llevaba dias sin comer, cientos de tardes en las que mi estómago me daba permiso de obviar ese ritual. Pero anoche el estómago me saboteó los planes y me tiró al suelo, revolcándome con el refrigerador vacío. Es que no tenía las galletas cubanas que tanto me gustan, es que el refrigerador no tenía Coca Cola, y las chickys estan a miles de kilometros de mi. Solo estabamos yo y el hambre en medio de mi habitación sin ventanas, sin ganas de gritar por ayuda para no escuchar que tenia que comer. Que el hombre se tiene que alimentar. Y aquie quedo yo, extrañando los dias en que me cocinabas el almuerzo antes de ir al trabajo, en que nos apurabamos por no llegar tarde, por hacer todo lo que haciamos que era nada pero que tomaba todo el tiempo del mundo. Ahora me quedo hambriento y sediento sin consuelo, sin vallium ni la inyección que lo cura todo. Solo yo y mi sed de más. Mi llamado al eco por una respuesta, por una señal de vida que me devuelva las energias y le diga a mi vil estómago que se componga, que no necesita de la comida chatarra, de los envoltorios plásticos que coolaboran con los dedos para conseguir su libertad. Que el estómago, como el corazón necesita retos, necesita probarse a si mismo que vale la pena. Porque cuando el corazón se enamora, se entrega voluntariamente al sacrificio del placer. El estómago no es diferente, su tolerancia depende de tu tolerancia. Porque todo está relacionado, todo se conecta, todo se devuelve, todo se paga.
Por ahora consuelo a mi estómago con la única realidad que puedo ofrecerle. Con el mundo siguiendo su órbita, la vida siguiendo su curso y nosotros rechazando la gravedad. Nosotros de observadores, nunca partícipes. Con las manos abrazando el estómago vacío, con mucho cuidado de no dejar descubierto el corazón vacío. La posición fetal contemplando el frio de la cerámica que llega a mis entrañas. El frio, mi fiel compañero. Y el hambre mi oscura realidad.
Por ahora consuelo a mi estómago con la única realidad que puedo ofrecerle. Con el mundo siguiendo su órbita, la vida siguiendo su curso y nosotros rechazando la gravedad. Nosotros de observadores, nunca partícipes. Con las manos abrazando el estómago vacío, con mucho cuidado de no dejar descubierto el corazón vacío. La posición fetal contemplando el frio de la cerámica que llega a mis entrañas. El frio, mi fiel compañero. Y el hambre mi oscura realidad.
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