Pasa que ayer tuve un sueño donde el protagonista no estaba escribiendo para su tertulia literaria. No. Sino que se desenvuelve en lo siguiente:
Era una tarde jogoza de marzo, con clima típico y adecuado, donde mi universo era otro. Entrando a mi habitación me encuentro con vos, y me deletreas tu nombre: x-x-x-x-x-x. Te estuve esperando. Me invitas a tu recámara y al pisar firme en el umbral de tu puerta me tambaleo al ser testigo del abismo cubierto por agua en el fondo del fondo. Rápidamente vuelvo mi cabeza para alertarte y prevenirte de este repentino suceso. Justo cuando en mi vista estabas calzada, provocas la más grande superación personal de mi admiración al verte saltar al vacío y, poco a poco, sutílmente, te conviertes en la más verde de las serpientes. Eres grande. Inmensa.
Mientras en el aire, observo tu metamorfósis mis pies débiles se rinden a la gravedad.
Junto a la puerta: una cuerda larga, tensa, que servía de apotema para la increíblemente colosal piscina con dichas paredes proporcionalmente gigantes. Al final de la cuerda: una cabina. Mi hermosa (beep*) me indica que nos encontremos en la cabina con un ademán bien animalesco y necio. Yo, obedezco sin ningún tipo de trabajo al hacer la más malabarezca de mis hazañas al equilibrarme por la cuerda. "Ella" no cesa en alcanzarme con su inmensamente largo y ductible cuerpo (no creo que hayan entendido aún la profundidad de esta habitación, era grande les digo, ¡Grande!) y con su muy reptil textura se encuentra conmigo como la más obvia equis en el mapa del tesoro. Ahí surge nuestra ya anhelado reencuentro, y yo, impactado. ¿Qué hago?
***
Para propósitos de contexto, cabe a recalcar que la esposa de tu padre, (beep*), es increíblemente hermosa, demasiado para ser comparada con la vejez inherte, tan obvia y tan verde del adinerado mismo. Éste la compra con su orgullosa Master Card, roja y amarilla (¡cachín!) que ayuda a acentuar las arrugas en su cara***
Y ahora con las cartas en la mesa (y otras bajo la manga) acepto sugerencias, respuestas y todo tipo de comentarios que me definan esta guerra entre palabras e ideas que no salió de mi, de verdad que no.
1 Comments:
Bueno, el significado de las X es obvio, de esas ni hablar. Freud distiguiría un elemento fálico convenientemente posicionado en tu verde serpiente. Tu te babearias por Freud. Eso y tu instinto materialista/mercantilista/yankee (la habitación grande) dan con que tu sueño no es un sueño, sino una posibilidad anatémica. Es la vuelta de la esquina, es mañana. Cásate y ten veintiocho hijos, vas a envejecer contento y satisfecho de tí y de tu serpiente.
Pero yo qué sé de estas cosas?
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